Ya me estoy cansando de leer y escuchar comentarios de gente que se alegra de la situación de los arquitectos de este país….»que la crisis nos ha puesto en nuestro sitio»…»que hemos sido faraónicos y prepotentes»…y etc etc etc.
Yo, me perdonen, ante todo soy mujer trabajadora y faltará el día que me alegre de la situación personal de nadie, ni del paro generalizado de un colectivo.
He cometido, si acaso, el error de estudiar , y gracias que pude, lo que ME APASIONA , que es la arquitectura. …que por cierto, nunca me generó más que noches largas de entregas e ingresos justitos. Y seguiré trabajando como tal, mientras las facturas y gastos me lo permitan, y no muera esta ilusión que me mueve día a día.
Alguien habrá que se alegre más viéndome trabajar que viendo a Casillas y compañía superar sus dramas personales de chupar banquillo..
ESOS que sí valoren mi esfuerzo y el de una generación de arquitectos, ingenieros, médicos, maestros, biólogos , abogados, aparejadores, informáticos, empresarios, encofradores, carpinteros, soldadores …. todos corsarios sin barco, ni tripulación, ni vela que izar, ni mar que surcar…
ESOS , con su mentalidad de valorar la formación grande o menor de toda una generación , serán los que consigan que al menos los corsarios no se vean obligados a librar batallas en otros mares …
Yo, seguiré mientras con las mías…
Un abrazo afectuoso, María.
Sigue luchando María; desgraciadamente en este país todavía se emplea «pero tú más» o «ya será menos», o «desde una mesa y silla y se quejan si eso no es ni trabajar, que se vayan un día a un taller» (eso sí el precio hora son 40-50 euros), he oído, leído y vivido demasiadas. La arquitectura me toca de cerca en la familia, aunque yo decidiera optar por otras de las ramas mencionadas en tu entrada, y me parece tan, pero tan sacrificado el trabajo que hacéis desde que entráis en primero hasta el último día del cierre de tal y cual estudio de trabajo, que el más mínimo desdén de cualquiera es más que ofensivo… pero ya solo tienes que poner la televisión después de comer o ver las noticias para ver qué panorama nos rodea en este país, «chorizos y envidiosos». Menuda mezcla. Desgraciadamente eso sí es la marca España del día a día de gente luchadora y trabajadora como tú. Ánimo y a seguir, que nadie pare ni un ápice de tu espíritu.