«Feira PONTEEMPREGO. ¡Ea!» por María Pierres y África Rodríguez.

By 27/06/2014Blog

Captura de pantalla 2014-06-27 a las 21.03.48Han pasado tan sólo unos días tras nuestra primera participación en la «Feira PONTEEMPREGO«, evento que pretende facilitar herramientas que ayuden en la búsqueda de empleo y fomentar la generación de oportunidades reuniendo a diferentes empresas, organizaciones o federaciones empresariales.

Las reflexiones que quedan tras esta experiencia son varias y aunque no todas son positivas, sí creemos que son sintomáticas de una realidad que se está viviendo y a la que parece no estamos como país sabiendo afrontar debidamente.

Aprendíamos el otro día, de la mano de Diego Parajó, en uno de los talleres que impartieron desinteresadamente nuestros coworkers, una parte del proceso del aprendizaje en el que nos recordaba las fases por las se pasa ante la toma de decisiones. Hoy pensamos que esas fases (desconocimiento inconsciente, desconocimiento consciente, conocimiento consciente y conocimiento inconsciente) explican muy bien la incapacidad o capacidad que como país estamos teniendo para afrontar el tremendo problema que estamos padeciendo con el paro.

Hace unos años desconocíamos  la situación que estábamos generando pues todo parecía ir «bien». Luego empezó a hablarse de la burbuja inmobiliaria y se siguió obviando el problema…Pasamos a ser desconocedores conscientes de lo que se avecinaba y de cómo frenarlo. Y luego llegó el paro, los despidos y las consecuencias económicas que esto acarreó a tantas familias, comunidades, emprendedores, investigadores, profesionales, empresarios, bancos… Ya sabíamos lo que ocurría y porqué…Fuimos por fin conocedores conscientes.

Ahora queda llegar a la fase de conocimiento inconsciente, la que nos facilite tomar decisiones sin tener que pensar continuamente en el cómo y para qué, y esa fase, observando lo vivido estos dos últimos días, creemos, ya llegó.

No existe generación más preparada…No puede contarse con más recursos humanos, referencias, estudios, experiencias, etc.. ¿Qué ocurre entonces…al margen de los problemas de financiación, ayudas, subvenciones, etc que no conseguimos encontrar la buena dirección??.

¿¿Cómo es posible que no consigamos deducir que el gran problema que estamos padeciendo nos lo están contando día a día los propios desempleados??

Hemos obviado durante tanto tiempo su importancia que ya no reconocemos qué es lo que es preciso alimentar día a día: la CONFIANZA.

Muchos de los desempleados que llegaban a la feria nos revelaban que llevan tiempo sintiendo que la sociedad los considera inútiles, pues los procesos de selección categorizan y clasifican, esto es, cosifican…

Y sin embargo, hablando con los entrevistadores y empresarios, especialmente los pequeños empresarios, te confiesan que buscan ante todo «actitud» y motivación, y que  en términos de porcentaje la encontraban en unos rangos del 5% al 10% de los entrevistados. ¿Cómo es esto posible?.

Parece evidente, el desánimo generalizado ha hecho mella en el desempleado, quien no es capaz de transmitir la energía y capacidad de implicación en un trabajo, aunque sí la tenga… Durante tanto tiempo, algunos en períodos de años, han oído de sus entrevistadores que no eran «aptos», que ellos mismos consideran que es cierto, que sus posibilidades son remotas. Acudir con toda esta carga psicológica tan negativa a las entrevistas hace que el resultado esté condenado a un fracaso continuo.

Más de una persona que se acercó a nuestro Stand nos habló de «humanidad», de la necesidad de volver a sentirse valorados.

Valga la anécdota impactante de Ana, una madre desempleada desde hace tiempo, que nos cuenta como en su localidad participó en su día en un taller de su ayuntamiento, del área de igualdad, en el que juntaron a mujeres desempleadas con el fin de potenciar sus cualidades y mejorar sus opciones de empleabilidad. Nos contaba con desaliento cómo el primer día todas las mujeres contaron su experiencia, y cómo el escuchar los relatos de todas (problemas para alimentar a sus hijos, desahucios, dependencia de familiares que les impedía buscar o acudir si quiera a entrevistas de trabajo, etc..) hizo que el desánimo creciese todavía más, pues lo que parecía ser un taller para subir la autoestima se convirtió en un drama real en el que todas acabaron implicadas en las historias reales de las que tenían como compañeras, angustiadas por no poder ayudar a la que aún estaba peor que ellas. La administración en este caso, a través de la orientadora laboral, las animó sin más a seguir viéndose… algo que sí se repitió pero en una sola ocasión más con sólo tres de ellas,  pues la implicación emocional era tan grande que llegaron a la conclusión de que  no las ayudaba en absoluto, menos aún sin el apoyo psicológico  y correcta orientación que creían tendrían a su lado.

Personalmente, esta experiencia nos recuerda a lo que nos decían de pequeñas cuando nos hacíamos daño, «ya sanará»….

Esto no se sana solo, hacernos los inconscientes no conseguirá enmascarar el hecho de que sí somos conocedores de todo lo que está ocurriendo, que la implicación ha de ser de todos.

Si una parte de la sociedad está mal es un problema de todos. Los desempleados sólo son los que la sufren en mayor medida, y sobre los que recaen las peores consecuencias de nuestro inconsciente comportamiento durante años.

Ahora toca coger el toro por los cuernos.

Desde Espacio Arroelo tomamos buena nota, y como nuestro lema es «si no lo hacen otros lo haremos nosotros» ahí vaya nuestra intención de generar un programa similiar a las Lanzaderas de Empleo y Emprendimiento Solidario, que tuvimos la suerte de conocer de primera mano en Aguilar de Campoo.

Estamos seguros que un proyecto tan humano contará esta vez sí con todo el apoyo de las administraciones e instituciones. Y aún sin su apoyo no cesaremos en el empeño hasta conseguirlo. Ea!

Un saludo,

África y María