En este apartado queremos dar cabida a reflexiones e ideas de todos aquellos que forman parte de nuestra comunidad.
Hoy es el turno de nuestra coworker Susana Maceiras de Til Diacrítico.
A pesar de no haberme cogido vacaciones estas Navidades sobrevuela en mi ánimo cierto sentimiento de “vuelta al cole”, “depresión post vacacional” o similar, que me ha hecho entender que este sentimiento no tiene remedio ni cura. Vaya.
Desde que era pequeñita el sentimiento crecía ya en mí el día de Reyes, un día festivo pero melancólico con un aire de contrarreloj hacia la vuelta a la rutina. Ni cuando me percaté de toda la mentira se me pasó esta sensación, es más, fue peor, reconozco que la ilusión de mis padres en regalarme algo supera la intención de unos señores que tampoco me conocen tanto.
Crecí mucho más y llegaron los años de la expatriación y el día 6 se juntó con el día de “volver” o “irse” (nunca tuve claro el concepto exacto) y de los coches llenos de regalos, de maletas, de roscones y de caras largas. De caras largas que duraban doscientos kilómetros…tan sólo
Porque al fin y al cabo el fin de las vacaciones significaba también reencontrarse con amiguitos a los que llevabas casi un mes sin ver. Porque desde que era una niña, y esto no se lo he dicho a nadie, me encantaba volver al cole y jugar de nuevo con mis compañeros. Está mal visto, lo sé, y ahora os caeré mal, pero compensa lo bien que me lo pasaba.
Han pasado años y años y he entendido que nos pasamos más tiempo en la “rutina” que en las “vacaciones”. Y han pasado tantos años que ya no me puedo permitir ser algo cercano a feliz sólo en mis días libres.
He tenido suerte, lo sé, porque he encontrado gente muy interesante por el camino, pero sobre todo he tenido la suerte de darme cuenta a tiempo de que lo importante es convertir la rutina en un estado al que te apetezca volver, es crear un espacio de trabajo que no te deje echar de menos las vacaciones.
Las ganas que tenía yo de regresar a la rutina coworker no quiere decir que esté fatal de lo mío, quiere decir que he elegido para mí lo que realmente quería.
Pd. Prometo que la próxima semana estaré más tiempo en la oficina que tomando cafecitos, que me gusta volver, pero poco a poco, chic@s…poco a poco.
Un abrazo.
Susana.
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