En este blog compartimos reflexiones de todos los que forman parte de nuestra comunidad.
Hoy es el turno de nuestra coworker y abogada Sandra Fernández.
De las alegres noches del boom económico allá por el 2004, ya sólo nos queda un despertar con resaca de crisis y resultados de contratos mal redactados (o simplemente de inexistencia de ellos). Los gallegos siempre han sido de los de respetar la palabra, de no necesitar papeles, de acordar un “ya me pagarás”. Y a día de hoy, ese “ya me pagarás” se ha convertido en el vía crucis particular de muchos pequeños empresarios y profesionales que han perdido la confianza en todas aquellas personas con las que trabajan o han trabajado (llegando al punto de paralizar la poca actividad que puedan tener). Sin embargo, sí hay soluciones.
No pocos nos lo han preguntado. ¿Reclamar? ¿Para qué? ¡Si total no voy a cobrar! Cuando alguien no nos paga, se ha generalizado el dar por perdido nuestro dinero sin siquiera haber intentado reclamarlo. Por supuesto que siempre dependerá del caso concreto, del tipo de deudor, de acreedor, de deuda, pero la legislación es amplia y en muchas ocasiones hay recovecos que nos pueden ayudar. Uno poco conocido, por ejemplo, es la recuperación del IVA para aquellas facturas impagadas que ya han sido declaradas por el acreedor. Otro, es la posibilidad de instar el concurso necesario de una empresa y ponernos a la cabeza de la lista para cobrar nuestra deuda, o incluso, acudir a la responsabilidad del Administrador en las sociedades. La lista es larga.
El próximo dia 15 de abril Verónica Carril y yo os proponemos una sesión de networking sobre la reclamación de las deudas y sus trampas donde cualquier asistente pueda intervenir exponiendo sus dudas, sus problemas o las soluciones que ya han aplicado.
Sin duda, será una jornada muy interesante que nos permitirá no sólo hacer contactos y darnos a conocer, sino aprender novedades sobre una temática en particular.
Un abrazo,
Sandra.
Comentarios recientes