Los proyectos suelen comenzar con una idea, con una casualidad, con un sueño…
Esto empezó con un evento de Facebook. Sí. Un evento convocado hace más de dos años. Decía algo así: “Buscamos un fotógrafo que quiera exponer sus fotografías en nuestro espacio de Coworking que inauguraremos pronto”. Perdonad si no recuerdo las exactas palabras. Gracias a mi hermana que fue la que me invitó.
Curioseando en Facebook encontré un email y ahí escribí, nunca supe si hablé primero con África o María pero sé que fue un trato súper amable. Hablamos, quedamos, y fui a conocer “Coworking Pontevedra”.
Al poco de entrar por la puerta ya me enamoré. Conocí el génesis de este proyecto, algo que pocos mortales han podido disfrutar. ¡Aún no existía Espacio Arroelo y yo ya había hecho fotos en el!
Siempre recordaré esa primera sesión, fue con Sara. Aprovechamos todos los rincones, desde la sala grande de Ding hasta la impresionante sala circular. Menudas vistas, ¡nos sentíamos unos privilegiados!
Éste fue el resultado de esta primera sesión
Fueron todo un éxito y abrieron la veda a la creatividad, a buscar los rincones más especiales de este nuevo espacio, a conocer su luz, sus ventanas y también, por qué no, su suelo de madera.
Tiempo después organizamos una de mis sesiones favoritas y más sonadas, con una foto, especialmente ésa, que siempre ha sido una de mis cartas de presentación allá donde este proyecto llegue: en tarjetas, portada de una revista, impresa, proyectada, ¡¡hasta en Vogue!!… Quien no haya visto esta foto es porque no ha querido, y aún así…
Seguro que no hace falta que os la muestre pero por si acaso…
Por supuesto no fue la última sesión con Clara, mi querida Clara, en este lugar. Pero antes de la suya, muchas más salieron adelante.
Antes de continuar quiero hacer una pequeña reflexión.
Muchas veces cuando llego a casa después de una sesión en Arroelo pienso, ¿y si esto nunca hubiera existido? Que nadie me entienda mal, pero un psicólogo podría tener su gabinete igualmente sin Arroelo, también un arquitecto su despacho. Pero… ¿un lugar así, con todos sus recunchos?, ¡no hay otro seguro!
Hacer fotos aquí me ha permitido:
Dar rienda suelta a muchas ideas que de otra forma no podrían haberse materializado
La libertad de ir cuando pueda que siempre estará abierto para mi (y para todos)
La calidez de la gente que trabaja ahí
El apoyo constante y los elogios de muchos de vosotros
…y por supuesto las colaboraciones y oportunidades de trabajo y realización personal que han surgido durante todo este tiempo.
Aclaro lo del psicólogo y el arquitecto, porque esto también es importante. Podrían trabajar en otro sitio sí, pero… ¿y las arroeladas?, ¿y el proyecto #Colabora2015?, ¿y los cafés mañaneros, las clases de Yoga…? Y por supuesto, el Coworking?
Volviendo al tema. Mucho hice tras esa sesión, buscando cada día un rincón nuevo. ¡Qué feliz fui el día que conocí Dong!. Esa sala grande tenía algo, ese ventanal, con ese suelo… esa sala me llamaba. Había días que casi tenía que salir de ahí a la fuerza para no quedarme estancado. Así que empecé a hacer en lugares algo más peculiares como la cocina, ¡o hasta en el cuarto de baño!, ¡aquí todo es aprovechable! Que conste que durante un tiempo la sala 11 estuvo a punto de ser la sala Antonio de Ron 😉 pero éso es extraoficial …
En ese rincón de la sala grande de dong (menuda rima me acaba de salir) hice algunas de mis fotos favoritas, combinando los taburetes que me dejaron allí mis queridas coworkers Paula e Iria, espejos (alguno prestado, gracias Sabela), telas blancas de gasa blanca… Aquí os dejo una selección de mis fotos favoritas en ese rincón.
Muchas esquinas de Arroelo ha acogido mis sesiones, pocos sitios pueden quedar. Me declaro muy fan de ese rincón pero mucho también de la cocina y los baños. Si queréis ver más fotos podéis seguirme en Facebook o ver mi web, porque como siga llenando este post de fotos os voy a aburrir!
No podía finalizar esta entrada sin dejaros este espectacular vídeo realizado por mi compañero coworker JC, de Espejo Mágico Producciones, con el que comparto talento.
Sé que me dejo cosas en el tintero como PONMO, el I Maratón Fotográfico y las publicaciones por ejemplo. Pero prometo que ésta no será la última. Hay material para mucho, siempre que las CoJefas me dejen.
Saludos a todos. ¡¡Larga vida y prosperidad!!
Un abrazo,
Antonio de Ron
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