Nuestro coworker Darío se va a Australia. Todo el mundo lo despide, hasta una nota de prensa ha anunciado el cierre de su local. Para nosotros no se va, nos compaña como siempre solo que a 15000 km.
Hace tiempo que quería dedicarnos un post. Compartir todo lo que para él había significado Arroelo. Y escribió, y mucho. Pero nunca se había decidido a presentarlo. Por largo y por profundo ¨¿Cómo describir Arroelo en una carilla de un folio?¨ decía. Demasiadas cosas se quedarían en el tintero. Vamos a intentarlo, os presentamos a Darío.
Darío, me contabas que hacía mucho que querías escribir algo sobre tu vida en un coworking. ¿Por qué?
Quiero devolver a Arroelo todo lo que me ha dado antes de despedirme, de irme a Australia y todo el cambio que ha propiciado en mi vida. Explicar por qué tiene parte de culpa en todo esto. Me parecía complicado describir en pocas líneas todas las sensaciones de lo que ha significado para mí este espacio.
Hablas de un cambio en tu vida… ¿De dónde venías?
El lugar de donde vengo es un sitio perdido. De donde no sabes donde estás.
¿Qué hizo que te unieras a la comunidad de coworkers de este espacio?
Me invita Raquel Pedrouso. En un momento muy bajo. Me dijo ¨¿por qué no te pasas por ahí?, te va a gustar».
¿Qué te encontraste?
Me encontré un grupo humano (valores, comportamientos, recibimiento,…) con un nivel de autoestima mucho más alto que el que yo tenía. Cuando llegas a un sitio es muy significativo cómo te tratan. Cuando llegué aquí me sentí muy cómodo, gente muy abierta. No importaban las circunstancias, importaban las personas. Esto me inspiró a querer volver a saber más.
Yo no entendía una vida ¨co¨ antes de entrar aquí por la sociedad, la cultura gallega, la desconfianza…
¿Cómo cambia tu vida al entrar en el coworking?
No sólo es el coworking. Es en ese momento en el que tomo riendas y me hago responsable de mi situación, y con ello me marco objetivos. Entonces tomo decisiones muy importantes que suponen tirar con barreras o falsas limitaciones. Esa decisión me hizo crecer como persona y ganar mucha seguridad y confianza.
Háblame de esas decisiones. ¿Cómo surgen? ¿Qué decides?
Este momento surge con Raquel. ¨¿Por qué no lo haces?¨. Tenía una espina clavada con los estudios, me motivaba emprender y crear proyectos pero no estudiar. Y con el paso del tiempo me di cuenta que podía hacerlo. Con un programa que me aportase conocimiento sobre lo que hasta ahora me había entusiasmado, las empresas.
Éste era un programa (máster en Marketing) que cumplía todas mis expectativas, un proyecto ambicioso con el que adquirir nuevos conocimientos.
¿Cómo fue la experiencia?
Fue un año y medio apasionante, todo lo que estudiaba me encantaba. Descubrí un Darío con mucha más capacidad de la que suponía. También le di valor a mi experiencia, que compartí con el equipo.
Fines de semana, domingos, conocimiento transversal,… disfruté. Un reto que culminó con el proyecto de fin de máster. Escogieron uno que presenté yo, y saqué un sobresaliente. Ahí hay un antes y un después. Llevaba tiempo acomodado, establecido. Muy agradecido, pero que me paralizaba. No permitía que me desarrollara.
¿Qué supuso para ti ese logro?
Me volví mucho más ambicioso a nivel personal, a disfrutar de mis pasiones. Descubres que tienes más recursos de los que crees y eso te da seguridad. Y esa seguridad te da pie a tomar decisiones que salen del corazón. Éstas no dan lugar a error. Disfrutar, vivir y experimentar. Formar parte de un aprendizaje que te hace crecer como persona, siempre es positivo. Todo lo que estudio en el master lo aplico en los bares, junto con gente del coworking.
Se acaba el master y empoderado tomo la gran decisión de cambiar mi vida. Con la idea de dar por finalizada una etapa de éxito y con la inquietud personal de querer seguir creciendo. Es un proceso arduo y muy reflexionado. Te das cuenta de que las cosas no funcionan como tú querrías. Entras en un modo rutina en el que aceptas que no haces las cosas que te llenan. Mi corazón me pide escapar de eso.
¿Qué buscas en Australia?
No es Australia, es irme. Me voy para cumplir un objetivo, para aprender un idioma. Para saber quién soy, estar solo y no condicionado. Voy a matricularme en una escuela de idioma durante un año. Pero sobre todo quiero dejar que las cosas sucedan, sin querer que algo particular acontezca. Voy a surfear y a disfrutar de una de mis pasiones, el mar. Descubrirme después de 20 años viviendo de una forma muy intensa, desde Darío hacia los demás, y cambiarlo. Ahora de Darío a Darío.
¿Qué tiene que ver Arroelo en todo esto?
Las relaciones que nos acompañan son la clave. Los círculos en los que compartimos experiencias vitales. Las compañías de las que nos rodeamos son fundamentales. Suman o restan. Cuando empiezas a sentir que es lo que necesitas o quieres, de alguna manera hacemos las cosas direccionadas. Por eso suceden. Cuando creemos en algo y queremos algo, al final ocurre.
Fue determinante entrar en Arroelo, sentía que día a día tenía más necesidad de Arroelo. Estaba más cómodo. Lo notaba por el aporte emocional en positivo. Era contagiarme, recuperar sensaciones que sólo recordaba en el Darío de hace años. Recuperar la pasión, el entusiasmo, la ilusión.
Nacen nuevas maneras de gestionar la empresa, de entender la gestión de un negocio, las relaciones humanas desde espíritus más jóvenes. Experimentando con mis negocios descubro que no sólo es posible, sino que es mucho más interesante y enriquecedor. Tanto para uno como para la empresa. Por edad, entendemos un modelo empresarial, y de repente te das cuenta de que las cosas están evolucionando.
¿Cómo son esos nuevos modelos de los que hablas?
La propia organización del espacio me sorprende desde el primer día. Me cuesta creer que un modelo tan liberal y basado en la confianza, soportado únicamente en una alianza, pueda ser el pilar que sostenga y haga fuerte el proyecto. Sin que se caiga por intereses particulares o malos comportamientos de convivencia.
Cuando hay una estructura que se crea desde unos valores o ideales muy claros. Que no nacen de un portfolio, de un decálogo o manual. Que nace de la ilusión, de la pasión y del convencimiento. Cuando se hace de esta forma, todo lo que entre en el proyecto responde a dos opciones: o entras o te caes. Es tan real, lo tienen tan claro, que cuando alguien entra si no está en la línea, si no va por el sendero… se va a caer. Porque no va a estar a gusto, se va a ir. Las cosas fluyen de forma natural y el que se quiera unir se une.
Cuando a ese proyecto se le van sumando piezas se va haciendo mucho más grande, potente y fuerte. Las oportunidades que surgen hacen que se nos vayan de las manos. Ahí la capacidad de cada persona para gestionarlas.
Por último, después de todo este tiempo compartiendo espacio, resume qué es ser coworker de Arroelo para alguien que no lo conozca.
Arroelo es algo más que un espacio donde trabajar. Lo que te aporta la gente. La filosofía de quien lo gestiona. Las reglas que vas saltándote sin darte cuenta. La confianza que vas ganando. Empaparte de todo eso, del clima que se respira… Cuando todo eso te traspasa y te impregnas estás con un billete a Australia en el bolsillo. Esto es culpa de cada una de las personas que conforman la comunidad de coworkers.
Eso es una realidad que pasa en los coworkings. Yo no quiero desligarme de Arroelo. Lo dejé un mes… y volví porque lo necesitaba.
Yo no quiero irme. Me da miedo el pensar que en algún momento pueda desprenderme… Es algo que no quiero perder. Sé que siempre habrá una parte de Darío en Arroelo, y un gran pedazo de Arroelo en mí.
Mucha suerte Darío. Para despedirte me gustaría cerrar citando ¨caminante no hay camino, el camino se hace al andar¨. Que tengas mucha suerte.
Muchas gracias, caminando estamos. Por cierto, ya os iré informando de cómo va mi viaje y de cómo llevo la morriña… Hasta pronto!
PD. Estaremos atentos a las novedades de Darío en su #ArroeloMisión por Australia y su camino entre koalas y canguros. Porque vas a ser nuestro mejor representante en Australia. Seguimos remando juntos. El coworking es cuestión de compartir, no importa el espacio físico. Es una forma de vida y nosotros nos vamos contigo.
Comentarios recientes